El carácter sanguinario de la religión maya-tolteca se manifiesta a través de esta construcción, sobre la cual los sacerdotes colocaban decenas, y a veces centenares, de cabezas humanas cortadas. Así expuestos, los cráneos de los vencidos —prisioneros de guerra o aquellos que habían perdido en el juego de pelota— eran ofrecidos a los dioses para satisfacer su sed de sangre.
Grabados en la plataforma de los cráneos. En tiempos los había de verdad: las cabezas de los sacrificados en el juego de la pelota:
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Hola nuevamente Antonio, son enormemente interesante estas instantáneas y hablan casi, por si solas, sobre una lejana historia de tu país, también del mío, una parte de la cual rechazo y repudio, pues desapruebo el colonialismo esquilmador que mis antepasados desarrollaron por allí.
ResponderEliminarEn lo que ami corresponde, te pido mis disculpas, aunque la historia ya esta echa, pero creo son sanas las disculpas reparadoras.
Oye Antonio ¿existe algún motivo en especial por el que NO te hagas seguidor de alguno de mis Blog?, cuestión que NO condicionara el que YO continúe siguiendo el tuyo, pues repito, es muy, pero que muy instructivo e interesante.
Recibe un gran saludo.