viernes, 25 de septiembre de 2009

SEÑOR DE PALENQUE


Templo del Sol

Este santuario típico del estilo de Palenque, que data del 690, se caracteriza por su cubierta rematada por una crestería. Las vertientes inclinadas de la cubierta de mansarda estaban revestidas con relieves de estuco, actualmente muy erosionados por la vegetación, y más aún por los incendios que provocaron los exploradores del siglo XIX «para ver mejor las construcciones» que la maleza había invadido.



Palenque lostres templos del Grupo de la Cruz

En Palenque, los tres templos del Grupo de la Cruz —Templo de la Cruz foliada (672), Templo de la Cruz (692) y Templo del Sol (690)— están edificados sobre basamentos piramidales. Obras del hijo de Pacal, Chan Bahlum, presentan todos una pequeña cella cubierta por una cubierta de mansarda, rematada por una crestería.




Templo de la Cruz de Palenque

Una gran escalinata axial conduce, en seis niveles, al Templo de la Cruz de Palenque. Su restauración permite ascender de nuevo hasta la fachada del santuario.





La estructura de la crestería calada, que coronaba los templos de Palenque, formaba una pantalla sobre la que se colocaban los altorrelieves de estuco con las efigies de los dioses y los soberanos, de modo que las imágenes emblemáticas dominaban en edificio, como las estatuas griegas sobre los tímpanos de los frontones antiguos.




Una de las galerías centrales del Gran Palacio de Palenque, con sus pilares y sus vanos, sobre los cuales una vigas de zapote soportaban el peso de la cubierta maya de hormigón. En primer plano, una escalinata jeroglífica bordeada de rampas.



Palenque decoración esculpida en estuco

Los pilares cuadrados y los techos del Gran Palacio de Palenque estaban recubiertos por una decoración esculpida en estuco, seguramente con una viva policromía.




El Guía de Turismo en el Recorrido de la Ruta Maya.





Las galerías abovedadas y adinteladas del Palacio de Palenque rodean los patios, confiriendo al espacio un aspecto parecido al de un claustro medieval.












El Palacio es la obra arquitectónica más grande de todo Palenque y es de una belleza incomparable. Su elemento más notable es la torre de 4 lados y parece ser la única del periódo Clásico en el área maya.







Palenque el palacio

Visto desde lo alto de la Pirámide de las Inscripciones, el palacio ofrece sus pórticos separados por patios y rematados por una torre de tres niveles. Una escalinata ancha permite acceder a las fachadas principales, rodeadas por galerías sobre pilares. Las cubiertas han perdido casi toda su crestería. El conjunto fue edificado en los siglos VII-VIII.












Tapa del sarcófago de Pacal

Entre las obras de arte que contenía la cripta de la pirámide del Templo de las Inscripciones de Palenque hay que citar, en primer lugar, la tapa del sarcófago de Pacal [FIGURA 1]. Sobre esta enorme losa de más de 8 m2 figura una ornamentación de carácter cosmológico, cuyos motivos dan prueba de una gran elevación espiritual.

El bajorrelieve representa en su centro al soberano Pacal descansando sobre el monstruo de la Tierra. Está echado hacia atrás, como en éxtasis, el rostro vuelto hacia el cielo. Debajo de él, la enorme boca del mundo subterráneo, representada por las mandíbulas de un jaguar, se dispone a engullir al difunto. Encima del soberano se alza el Árbol Cósmico, en forma de cruz, cuyos brazos acaban con imágenes del Dragón que simboliza la sangre, elemento primordial del ritual maya y de la mayoría de las religiones precolombinas.

Encima de este árbol está el Pájaro Celeste: una especie de quetzal o de Fénix, que preside el empíreo. Suspendida de este Árbol de la Vida, como una guirnalda, hay una Serpiente bicéfala. Sus bocas, que cuelgan de una y de otra parte, están abiertas de par en par, y de su interior emergen las cabezas de dos divinidades.

En realidad, todo el panteón maya, con su sistema cosmológico, está resumido en el magnífico bajorrelieve que adorna el sarcófago destinado al soberano de Palenque. Esta obra, ejecutada con una delicadeza y seguridad extraordinarias, informa sobre la organización del universo; los días y las noches, los astros como el Sol y la Luna, incluso la Vía Láctea, constituyen el marco (en sentido estricto), de esta imago mundi que se desarrolla alrededor del rey. Pacal, en el centro, desempeña el papel de gran organizador del mundo de los vivos y de los muertos, de intermediario entre el abismo de Xibalba y la claridad celeste. Está aquí, como suspendido entre dos infinitos, Señor de un universo mítico y divino.

Alrededor del sarcófago están esculpidas las imágenes de los antepasados de Pacal: estos retratos de familia le unen a toda una estirpe real, que se remonta a seis generaciones. En el interior del sarcófago, además de una serie de amuletos de piedras semipreciosas de color verde, se encontraba la soberbia máscara de mosaico de jade [FIGURA 2], de intenso colorido, que cubría la cara del difunto inmortalizando sus rasgos: sus ojos son bolas de nácar, el iris es de obsidiana, y las pupilas pintadas le confieren una expresión fascinante. En su boca brilla el amuleto de la inmortalidad, en forma de «T». El puente de la nariz está realzado —como en los bajorrelieves— por un ornamento que llega hasta la mitad de la frente, siguiendo la tradición estética de los mayas. Quizá este elemento estaba hecho de un material plástico —¿tal vez derivado del caucho, que abundaba en la selva?— que se aplicaba sobre la piel...

Debajo del sarcófago los arqueólogos han descubierto dos cabezas de estuco de admirable calidad. Son esculturas hechas con trazos muy delicados, realzados por un modelado de gran sensibilidad, que subraya el rostro demacrado, los ojos y el reborde sutil de los labios. Se trata de verdaderos retratos del soberano, pertenecientes a dos épocas de su vida. reproducen la belleza ideal de este gran señor llamado Pacal, que rigió durante sesenta y ocho años los destinos de la ciudad de Palenque.













Señor de Palenque es el nombre que se da a los soberanos mayas de B'aakal. El título es asumido principalmente por el más conocido de ellos, K'inich J'anaab Pakal (26 de marzo de 603 - 31 de agosto de 683), conocido también como Pacal II o Pacal el Grande, cuya sede era la ciudad de Palenque. Pacal II es el más conocido de los Señores de Palenque, por los niveles de esplendor y sofisticación que alcanzó B'aakal durante su gobierno, así como por su tumba, considerada uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de mesoamérica. De la misma forma este fue uno de los líderes más reconocidos de la América Precolombina y tal vez el líder maya antiguo más reconocido de la historia mundial.








Alzado de la ornamentación que adorna el recipiente del sarcófago de Pacal, en la cripta del Templo de las Inscripciones de Palenque. Es la representación simbólica del concepto maya de la otra vida.



Cripta funeraria en la que descansaba en su sarcófago de piedra el Rey Pacal con sus tesoros. Bajo las poderosas bóvedas que soportan la mole del Templo de las Inscripciones, el monolítico recipiente está cubierto por una enorme losa de 5,5 toneladas, adornada con relieves simbólicos. Un documento histórico: el día en que se abrió la Cripta de Palenque, el 13 de junio de 1952.

No hay comentarios:

Publicar un comentario