sábado, 26 de septiembre de 2009

CHICHÉN ITZÁ















EL CARACOL.

Se ha discutido esta noción de la fundación de Chichén-Itzá por los chanes, ya que hay autores que en un pasado se la atribuyeron a los xiues. Sin embargo, prevaleció la corriente que considera a estos últimos como extranjeros en Yucatán, es decir invasores, los que llegaron del poniente —a diferencia de los chanes que habían llegado de oriente—, de donde se explica su condición de tenaces adversarios de los itzáes descendientes de los chanes, y tiempo después, de los cocomes.

Habiendo establecido los chanes la capital de su gobierno en Chichén Itzá en la época señalada, provenientes de Bacalar, continuaron su trayecto de oriente a poniente en la península de Yucatán, al cabo del cual fundarían también otras ciudades importantes como Ek Balam, Izamal, Motul, y T-hó, la actual Mérida de Yucatán y Champotón (Chan Petén: La tierra de los chanes), según el historiador Juan Francisco Molina Solís.5

Ya hacia el final del período clásico tardío (600-900 DC) en el siglo IX) , Chichén se convirtió en uno de los más importantes centros políticos de las tierras bajas del Mayab. Para el principio del posclásico (desde el año 900 hasta el 1500), la ciudad se había consolidado como principal centro de poder en la península yucateca.





















1 Pirámide de Kukulcán

Formación de siete triángulos isósceles de luz en la escalera NNE simulando el cuerpo de una serpiente durante los atardeceres equinocciales, los rayos de luz penetran por la esquina nor-poniente de los basamentos de la fachada ONO.

Los múltiples y monumentales edificios de la gran explanada de Chichén Itzá están presididos por la Pirámide de Kukulcán, llamado por muchos "el Castillo", uno de los edificios más notables de la arquitectura maya. Es una pirámide de cuatro lados que culmina en un templo rectangular. Se asienta sobre una plataforma rectangular de 55,5 metros de ancho y tiene una altura de 24 metros. Cada lado de la pirámide tiene una gran escalinata que conduce al templo superior. Balaustradas de piedra flanquean cada escalera, y en la base de la escalinata norte se asientan dos colosales cabezas de serpientes emplumadas, efigies del dios Kukulcán. Es en estas escalinatas y muy particularmente en sus pretiles o balaustradas, donde se proyectan durante el transcurso del día equinoccial, las sombras de las aristas de las plataformas o basamentos superpuestos, que integran el gran edificio, configurándose así la imagen del cuerpo de la serpiente-dios, que al paso de las horas parece moverse descendiendo y rematando en la mencionada cabeza pétrea situada en la base inferior de la escalinata.

Es en este juego admirable de luz y sombra, que representa la "bajada" de Kukulcán a la tierra, como quisieron los mayas simbolizar el mandato superior de acudir a la labor agrícola, ante la inminencia de la llegada de las lluvias, al concluir el mes de marzo en que se inicia la temporada de siembra de la milpa en la región.11

Queda evidente la íntima relación que hicieron, los inventores de semejante montaje, de su conocimiento astronómico, aplicado a la arquitectura, en un entorno religioso y para un fin estrictamente político de liderazgo de masas, que debían concurrir puntualmente a la cita de una ardua tarea de supervivencia: la del pesado trabajo agrícola de su cultivo esencial, el maíz, base de su alimentación. Se infiere, por ende, que ese espectáculo que hoy vemos como mágico, tenía que ver con la estabilidad social de los mayas.

2 Chichén Itzá

El Templo de Kukulcán o Pirámide de Kukulcán, es conocido también por el nombre «El Castillo», término que utilizaron los españoles en el siglo XVI, buscando alguna similitud arquitectónica conocida en el continente europeo. El actual templo fue construido en el siglo XII d. C., por los mayas itzáes en la antigua ciudad de Chichén Itzá, en el territorio perteneciente al estado mexicano de Yucatán. Su diseño tiene una forma geométrica piramidal, cuenta con nueve niveles o basamentos, cuatro fachadas principales cada una con una escalinata central, y una plataforma superior rematada por un templete. En esta construcción se rindió culto al dios maya Kukulcán (idioma maya: Serpiente Emplumada )?, razón por la cual se pueden apreciar motivos serpentinos en la decoración arquitectónica. Por otra parte también cuenta con simbolismos que hacen alusión a los números más importantes utilizados en el calendario Haab (calendario solar agrícola), el calendario Tzolkin (calendario sagrado) y la rueda calendárica. La alineación de la construcción de la pirámide permite que se puedan observar diversos fenómenos de luz y sombra, los cuales se producen en su propio cuerpo durante los equinoccios y solsticios cada año.





Pirámide de Kukulcán


viernes, 25 de septiembre de 2009

Templo Maya de las Inscripciones en Palenque





LOS NÚMEROS MAYAS

1 CULTURA MAYA MATEMÁTICAS

Utilizaban un sistema de numeración vigesimal posicional. También tenían un signo para representar el cero, y así poder realizar operaciones matemáticas complejas.

El punto tiene un valor numérico de 1 y la raya de 5. Así podían contar hasta 19. Para hacer números mayores (igual que nosotros para hacer números mayores de 9) tenían que colocar esos signos en determinadas posiciones. Al ser un sistema vigesimal, o sea, que considera el 20 como unidad básica para la cuenta, cada espacio que se avanza en el número representa 20 veces más que el espacio anterior. Esto se entiende mejor si lo comparamos con el sistema que usamos nosotros.

El nuestro es un sistema decimal, o sea, que nuestra únidad básica de cuenta es el 10. Tenemos, por tanto, signos numéricos para contar de 0l hasta 09. Si queremos contar más allá necesitamos jugar con las posiciones y colocar al menos dos signos numéricos, uno en primera posición y otro en segunda. La primera posición son las unidades y la segunda, como es un sistema decimal, representa 10 veces más que la primera, esto es las decenas. Así veinticinco nosotros lo escribimos 25 5 de unidades más 2 de unidades por 10 (2x10=20).

Un maya haría lo siguiente. € ______ La raya ocupa la primera posición, que son unidades, y por tanto es 5. El punto ocupa la segunda posición que significa 20 veces más de las unidades. Por tanto un punto en segunda posición vale 20 (y dos puntos valdrían 40).

2 LOS NÚMEROS MAYAS

En cuanto al sistema de numeración y los números mayas en sì, cabe destacar que los mayas inventaron un sistema de numeración como modo de instrumento para medir el tiempo y no para hacer cálculos matemáticos, a diferencia de muchas otras civilizaciones. De este modo, los números mayas se encuentran directamente relacionados con los días, meses y años, siendo estos organizadores del calendario maya. En la numeración había sólo tres símbolos para representar los números, aunque estas formas variaban según el uso: algunas eran para los monumentos, otras para los códices y otras eran representaciones humanas.

Los tres símbolos básicos eran el punto, cuyo valor es uno; la raya, cuyo valor es cinco; y el caracol (algunos autores lo describen como concha o semilla), cuyo valor es cero. Es así como el sistema de numeración maya las cantidades son agrupadas de 20 en 20.







SISTEMA de ESCRITURA MAYA









ESCRITURA MAYA

1

JEROGLÍFICOS USADOS EN LA CIUDAD DE PALENQUE.

El sistema de escritura maya (a menudo llamada jeroglífica por un vago parecido superficial con la escritura del Antiguo Egipto, con la que no se relaciona) era una combinación de símbolos fonéticos e ideogramas, en realidad la estructura pictográfica es más parecida al chino, donde los ideogramas pueden anidarse para formar conceptos más complejos, a la vez que funcionar sólo como representaciones fonéticas. El desciframiento de la escritura maya ha sido un largo y laborioso proceso. Algunas partes de ésta fueron descifradas a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX (en su mayoría partes relacionadas con números, el calendario, y astronomía), pero los mayores avances se hicieron en las décadas de 1960 y 1970, y se aceleraron de allí en adelante, de manera que ahora la mayoría de textos mayas pueden ser leídos casi completamente en sus idiomas originales. Desafortunadamente los sacerdotes españoles, celosos, ordenaron la quema de todos los libros mayas poco después de la conquista. El hecho fue un gran golpe a la conservación del conocimiento de la antigua escritura maya. Aunque muchas inscripciones en piedra aún sobreviven (la mayoría de ciudades que ya estaban abandonadas cuando llegaron los españoles), sólo tres libros y algunas páginas de un cuarto sobreviven de las antiguas bibliotecas. Terrones rectangulares de yeso son un descubrimiento frecuente en la arqueología maya; parecen ser restos de lo que una vez fueron libros, después de que todo el material orgánico se pudrió.

En referencia a los pocos escritos mayas precolombinos aún existentes, Michael D. Coe, arqueólogo de la Universidad de Yale dijo:

Nuestro conocimiento del pensamiento maya antiguo representa sólo una minúscula fracción del panorama completo, pues de los miles de libros en los que toda la extensión de sus rituales y conocimientos fueron registrados, sólo cuatro han sobrevivido hasta los tiempos modernos (como si todo lo que la posteridad supiera de nosotros estuviera basado en tres libros de oraciones y El Progreso del Peregrino).

Michael D. Coe, The Maya, Londres: Thames y Hudson, 4ª ed., 1987, p. 161.

En cuanto al estudio de la escritura maya existen dos versiones:

Por la primera versión tenemos a los epigrafistas. Entre éstos comenzamos con Constantin Rafines, que en 1832 fue el primero que descifró los glifos numerales. Después tenemos al ruso Yuri Knorozov, quien realizó un estudio para descifrar la lengua maya, el cual fue bloqueado por varios arqueólogos. Sin embargo sus esfuerzos son ahora reconocidos por los estudiosos de la civilización maya. Actualmente existen cerca de 30 epigrafistas en el mundo.

Por la segunda versión tenemos al Doctor Ramón Arzápalo Marín, filólogo y mayista (no epigrafista aunque conoce bien su lengua) quien declara que hasta el momento ha habido varios fracasos por descifrar la escritura maya, pues no es alfabética (como Diego de Landa propuso) ni silábica sino logoideográfica. En este tipo de escritura se dificulta la lectura al tener, como otras lenguas, expresiones populares y religiosas, frases idiomáticas, etc.

Los progresos de los epigrafistas hacen que se puedan leer, entre otros documentos, las estelas y ahora han salido a la luz informaciones reveladoras, como las fechas, los acontecimientos, los nombres y cargos de los personajes, los lazos familiares y en ocasiones aparece la frase “se lo comió”, haciendo referencia al canibalismo ritual. El trabajo de los epigrafistas es muy interesante y son ellos quienes se encargan de descifrar la escritura maya. Varias universidades preparan actualmente más generaciones de epigrafistas.

Hay que tener en cuenta la complejidad de este sistema de escritura ya que estudios recientes demuestran que los mayas usaban en sus textos el sistema alfabético y el sistema ideográfico incluso en la misma palabra.

Literatura

Hay pocos ejemplos de la literatura maya, pues muchos códices mayas (libros) fueron destruidos por el tiempo, la humedad o los misioneros españoles, y sólo se salvaron cuatro: El Códice de Dresde; el Códice Tro-Cortesiano, el Códice Peresiano y el Códice Grolier que se encuentran respectivamente en Dresde, Alemania; Madrid, España; París, Francia; y Ciudad de México, México. Los Libros de Chilam Balam, El Popol Vuh y Los Anales de los Cakchiqueles fueron escritos respectivamente en maya yucateco, quiché y cakchiquel utilizando el alfabeto latino traído por los españoles. Así, la “pureza” de estos libros está bajo sospecha pues los españoles pudieron haber influido de forma directa o indirecta, pero de cualquier forma, son libros mayas, es decir de los mayas que vivieron en tiempos de la colonia española. En el caso del Popol Vuh, el descubrimiento de un bajorrelieve de 1.500 años de antigüedad en la Acrópolis, (una pirámide de cerca de 75 m de altura) en Toniná, Chiapas, podría confirmar la autenticidad del Popol Vuh. La decoración muestra 4 dignatarios mayas, representando los señores del mundo subterráneo y a la guerra, la agricultura, el comercio y el respeto a la divinidad. Juan Yadeun, director de las excavaciones en Toniná, sostiene que, en el Popol Vuh y en otros antiguos textos, se encuentran muy a menudo descripciones de los cuatro dignatarios, llamados a representar la estructura y la iconografía misma del poder en el mundo maya clásico.

a” intentaban inscribir el sentido del tiempo. Las estelas y los monumentos servían para que los reyes afirmasen sus relaciones con los ancestros, explicitando la organización social y legitimando su poder a través de la narración de grandes batallas y conquistas. Las “escalinatas jeroglíficas” –como las del templo de Copán– vinculaban el ascenso y la pisada de cada peldaño con el lugar social de determinados difuntos, y con el tratamiento ceremonial que los mortales estaban obligados a otorgarle.

A diferencia de otras civilizaciones, no se han encontrado entre los m2

Los grifos arte y escritura

Los glifos componían un complejo sistema de escritura y lenguaje gráfico, integrado por más de setecientos signos, especiales para representar cualquier clase de pensamiento. Seguían un diseño altamente elaborado, y debían ser realizados con exactitud, a partir del dibujo de un recuadro con los bordes redondeados, con elementos enclavados en el interior, acompañados por una serie de signos ubicados en el exterior.

Atribuían poderes mágicos a sus dibujos y pictografías. Realizarlos era un modo de comprender el cosmos y la esencia de los seres vivos, inanimados, e imaginarios.

Escribieron sobre distintos soportes: piedra para los relatos dinásticos, papel para las profecías, la astronomía y el calendario. Usaron conchas marinas, cerámica para los relatos mitológicos, jade y madera, metal y hueso.

Cada soporte cumplía una función diferente. En los “libros de cortezayas escritos estrictamente administrativos, ni registros contables.

Los escribas tampoco se dedicaron a cuestiones mundanas. Todas las frases que se han logrado traducir refieren a asuntos dinásticos y sagrados.





ARTE, GRIFOS E ICONOGRAFIAS








Cabezas de Jade sarc Pakal







Cabezas de Jade sarc Pakal

A la izquierda, esta cabeza de 10 cm. de alto, hecha de elementos yuxtapuestos con precisión, podría representar al soberano en su ancianidad. Fue descubierta en el sarcófago de Pacal, en Palenque, junto con una pequeña efigie del dios solar, a la derecha, esculpida en un bloque de jade. (Museo Nacional de Antropología, Cuidad de México)